miércoles, 16 de junio de 2010

El riego automático

Si te quieres montar una casita para pasar fines de semana y vacaciones, el riego de los elementos vivos se convertirá pronto en un problema; si quieres plantar cuatro matas, ya ni te cuento.

Animado por la facilidad con la que te venden los "kits" de riego por gotero (ya veía yo venir otro gasto más con el invento) me animé a montar uno por la casa que resolviera tanto seto como mata. La idea era aprovechar una alberca que tiene la casa, la cual recoge el agua de lluvia con un canalón y que tiene capacidad suficiente para regar los cuatro matojos que caben en mi humilde jardín la mayor parte del verano. El problema era calcular presiones, goteros, longitudes... como aquello era un coñazo y el calor se echaba encima, decidimos dejarlo para más adelante y conectar el sistema a una salida de agua de la casa.

¿Quién se acuerda del calor que hacía en los últimos días de mayo? Pues nadie, porque lleva lloviendo 20 días de forma ininterrumpida. Entre mi examen de oposición, enfermedades y catarros varios no ha pasado por la casa ni dios en 25 días. El próximo mensaje que escriba será para contar cómo le sientan a las tomateras de 20 cm, un régimen de riego de 3 min mañana - 3 min noche, y 10 horas de lluvia entre medias.

¿Habrá reventado la cañería? ¿le habrá pasado algo al programador que puse en un día para irme al siguiente? Cierro los ojos y sólo veo el agua manar de mi grifo de jardín a chorro, hora tras hora, durante días... si alguien pensaba que con estos kits de acababan las preocupaciones, que lo olvide

25 de junio 2010

¡Cómo una seda! benditos los riegos automáticos, que ha funcionado como un reloj,todo convenientemente sequito donde tenía que estar sequito, regado lo regado... bueeeno, bueeeenoooo!!

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