sábado, 25 de septiembre de 2010

Valoración del Huerto - ¡primer año!

¡Hola amig*s del tomate!

¡Qué verano nos hemos pasado de comer tomates! Con esto de la crisis y que me han jodido el sueldo, me he pasado el verano en el pueblo, mirando fijamente las tomateras a ver si crecían, mandándoles rayos mentales positivos de engorde y maduración, con resultados netamente positivos.

Es que esto del blog sin fotos pierde mucho; entre que hay más blogs que mocos en un cleenex, o que arena en la playa para las almas sensibles, me he resistido a escribir. Este verano pasará a los anales de los huecos de los álbumes de fotos como el verano en que se nos estropearon las cámaras de fotos; hasta perdí el móvil que me hacía fotos chulas en las fiestas de Chueca (me echaron droja en la bebida, mama). A ver si luego cuelgo algún borrón que saqué con el nokia-patata antediluviano que ahora no me queda más remedio que seguir usando, para quienes piensen que miento más que hablo.

En cualquier caso paso a hacer un resumen y balance de mi triste y pequeño huerto:

- Salieron bastantes acelgas, se las recomiendo a todo el mundo porque salen casi solas y apañan mucho; eso si, evitad plantarlas cerca del pozo negro y de las zonas que huelan a orín, sobre todo si no soléis orinar habitualmente por allí (pues eso, que comí unas pocas y tiré el resto porque me daba yuyu, ajjco)

- El repollo ha tardado un siglo en salir, yo creo que lo dejé más de la cuenta, y al recogerlo estaban las hojas llenas de huevos de vete a saber qué, nada, ¡a la basura! y por lo que ocupan, tardan y los dos duros que cuestan en el pueblo, no planto más

- Una mata de calabacines; la puse en espaldera, con un hierro de ferralla y tiró para arriba que daba gusto aprovechando sol y poco espacio. Lo malo es que las plantas no se autopolinizaban; y cuando salía una hembra no había macho, y luego los machos dejaron de sacar polen… vamos, que me he comido tres calabacines. No tres por decir pocos, que me he comido nada más que tres: uno no lo pudimos coger a tiempo y se puso enorme y duro como una calabaza, y los otros se morían por no poder polinizarse. Vamos que el año que viene al menos hay que plantar 2 matas.

- Una mata de alcachofas; se la devoraba el pulgón. Tras probar todos los remedio que he ido leyendo (tabaco, hortiga...), al final compré un bote de bayer que me ha salido por un ojo de la cara, pero fue lo único que mató los bichos y ha dado una oportunidad a la mata ¿comeré alcachofas en algún momento?

- Los pimientos… de 4 matas de italianos (las que pueden verse en las otras fotos) acabaron saliendo unas guindillitas que lo mismo te las comías que las podías echar directamente a la compostera, parece que pudo haber sido falta de sol. De otras dos matas de morrones en una salió una cosa chunga que creí oidio y lo tiré (resultó que era falta de Calcio y se podían haber comido, una pena) y la otra si que ha ido dando sus pimientuelos a lo largo del verano ¡Plantaremos más pimientos! Pero bien al sol…

- Puse unas matillas de puerros, pero tengo poca fe, porque sólo me cabían en un sitio con poca profundidad de subsuelo, que es justo lo que necesitan; así que lo intentaré el año que viene

- Y por fin los tomates. De lo que más quería es lo que más ha dado. Lo cierto es que creo que algo ha fallado: creo que he puesto las matas muy juntas y no han desarrollado lo que debieran. En un lado tenía 5, y en otro otras dos. Y bueno, no ha dado para regalar cestos , ni siquiera para hacer gazpacho, pero todo el agosto no han faltado sus dos tomates diarios que han ido cayendo en ensaladas y demás. Lo cierto es que esperaba una explosión de sabor, una experiencia religiosa en la boca, una revelación estimular… y no me sabían mucho mejor que los del alcampo, la cosa sea dicha. Puede que se ala tierra. Dice el libro que lo sabe todo que la tierra mejora con los años: con las rotaciones y el incremento de fertilidad (lombrices, compost y tal). Ya veremos si es verdad. También puede ser una falta de sol… ¿qué creéis vosotros? ¿el sabor mejora por la tierra o por el sol? También es cierto que estas cosas, como las planta uno, le saben a gloria. Lo único que fui a comprar cobre, por miedo a los hongos, y me vendieron un sacazo que me puede durar años

- Ahora tengo dos brócolis, dos coliflores y dos romanescus, a ver qué tal se desarrolla la cosa

Algunas otras consideraciones varias:

- El riego automático por gotero una maravilla. Dos días regué a mano (a manguera, más bien) y es un soberano coñazo. Vamos, que estás sentadico, libro en ristre, y oyes el chorro que se abre y a los 10 minutos se cierra y piensas eso de “ya he regado, voy a por una cerveza que me la merezco”, que no que te levantas, 15/20 minutos de tira manguera aquí, se engancha allá, ya he tirado una piedra que se había pillado, las manos pies y calzado con tierrilla y/o barro… ufff, el verano no está para trotes de estos. La parte mala es el rollo de dejar abierto e chiringo cuando no estás. Ahora hace 15 días que no voy por la finca, y por la noche me asaltan imágenes de la mierda de plástico del programador tirado en el suelo y litro de agua cayendo descontroladamente al patio… mejor ni pensarlo.

Quizá sea bueno poner mangueras de exudación con un depósito de esos de 1000 litros, pero a ver si me lo regala alguien, que al final sale el invento de caro que mejor contrato a Chulín para que viva allí y riegue cada día.

- En cuanto a trabajo, ha sido más fácil y menos costoso de lo que pensaba , tomates -1 ibuprofeno - 0. Una vez preparas la tierra… no tiene más curro que quitar alguna mala hierba, poner un palito allí, una cuerda acá… tareas que forman parte y enriquecen el día a día

- La compostera muy bien, no tenía yo mucha fé y pensaba que lo mejor es que había encontrado una excusa para no bajar las bolsazas de hojas de árbol hasta la basura, pero mira por donde, después de 8 meses, levanto con un palo un poco del mejunje y puedes ver lombrices a punta pala hacer la ola entre los desechos. También me he encontrado algún gusanazo blanco enorme, gordo el cabrón como los de DUNE, demasiado espabilados y vivaces como para volver a dormir tranquilo sabiendo que hay una colonia de esos al otro lado del muro de la cama. Yo creo que eran algunos insectos en fase de germinación y espero que ahora sean lindas mariposas (volando y poniendo huevos donde el vecino) y que abandonaron, agradecidas, mi compostera y mi jardín para no volver más.

- Compré algunos productos: veneno para hormigas, un compuesto de cobre y azufre para tomates y el antipulgones de BAYER, y me ha salido bastante caro, casi 40€. Yo creía que saldría barato por comprarlo en la cooperativa agrícola del pueblo, y debe serlo si plantas en un campo de futbol, pero hoy por hoy me ha salido el tomate a cojón de mico.

Que dice mi santa que para los 4 tomates y tres calabacines que han salido bien los podíamos haber comprado en el pueblo, que también son de huerta… ¡INSENSATA!, ahora que tengo dominada la técnica, y un saco de cobre para años, quiere comprar en el pueblo… ¿y cuándo lleguen los zombies? ¿quién tendrá una fuente de alimentación propia? (y no me refiero al perro) En estas cosas no piensa nunca nadie y luego pasa lo que pasa… nadie piensa ya en los zombis…

Por último, recordad siempre dedicar algo de tiempo al día a mirar fijamente las tomateras para que crezcan antes y más, truco que también sirve para que hierva antes el agua, y si lo acompañas de una pulsación del botón ininterrumpida e insistente de dedo, para que llegue antes el ascensor

¡Un abrazo, amigos del tomate!